Responsabilidad ciudadana para elegir a las autoridades
- Categoría: NOTICIAS DIOCESANAS
- Publicado: Viernes, 06 Junio 2014 05:00
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RESPONSABILIDAD CIUDADANA PARA ELEGIR A LAS AUTORIDADES ¿Qué criterios éticos deberíamos tener para elegir bien a nuestras autoridades? La doctrina social de la Iglesia propone los siguientes:
1. La búsqueda del bien común con espíritu de servicio. El bien común es el que favorece a todos y no sólo a algunos.
2. El desarrollo de la justicia con atención particular a las situaciones de pobreza y sufrimiento. La justicia está para defender a las víctimas y que se trate por igual a todos: no cabe la marginalidad, la exclusión ni el racismo.
3. El respeto a la autonomía a las realidades terrenas; éstas deben ser tratadas desde una ética de mínimos: los derechos humanos, la igualdad ante la ley, la no discriminación, etc. Una ética de máximos sería el Evangelio.
4. El principio de la subsariedad, que evita que el poder se concentre en una sola institución. Lo que puede hacer una institución inferior, que no lo haga la institución superior.
5. La promoción del diálogo y la paz en el horizonte de la solidaridad. Por el bien de la paz, muchas veces hemos de ceder un poco. La flexibilidad y la tolerancia es de humanos civilizados. (Ver compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 565)
Hay una bonita y útil oración que nos proponen los obispos peruanos: “Danos sabiduría y claridad para elegir a las personas más idóneas, que destaquen por su honestidad, el conocimiento de las necesidades del país, y que presenten propuestas claras y realistas, promoviendo la reconciliación, la justicia, el progreso y el bien común”.
Antes de votar, conozcamos a los candidatos, la honestidad de sus vidas, las propuestas de su programa y su partido, la garantía de que cumplirán lo que prometen, etc. Esto significa nuestra responsabilidad ciudadana. Tenemos las autoridades que hemos elegido. Hemos de ser precavidos en la votación. No nos dejemos deslumbrar por la propaganda de los candidatos, por su oratoria brillante pero quizá engañosa. Elijamos a los más capaces, aunque su campaña política no sea espectacular o colorida. Usemos los criterios éticos para elegir bien y así reforzaremos la democracia, las instituciones y el desarrollo social. ( Por P. Fernando Asín Castellón)