En Ël está la vida
- Categoría: REFLEXIONES (Fray Héctor Herrera OP)
- Publicado: Jueves, 03 Abril 2014 15:35
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V DOMINGO DE CUARESMA. CICLO A. D.06.04.2014. JN.11,1-45. EN EL ESTA LA VIDA Carlos está en cuidados intensivos. Lo he visitado en casa. Está muy débil. Le digo: coma, tiene que alimentarse. El enfermo asienta con la cabeza, Jesús lo va a sanar, pero también tiene que colaborar. Semanas después lo vuelvo a visitar. Y para mi sorpresa, lo encuentra sentado. ESCUCHAR AUDIO
Y comienza a conversar largamente: “cuando perdí a mi hijo en el terremoto del 70, renegué de Dios. Hasta que descubrí a Dios en su Palabra. Y comprendí que yo estaba equivocado. Me dediqué a leer la Biblia, leía mucho. Y fui comprendiendo que Jesús es vida, porque Él me ha sacado de esta enfermedad. Tengo fe, y aunque los años pesan sobre mí, sin embargo la vida me ha ido enseñando”.
El evangelio de hoy de Jn 11,1-45, nos presenta a Jesús, frente a su amigo Lázaro quien está enfermo. Era muy amigo de esta familia de Betania, María y Marta. Jesús les dice a sus discípulos: “Esta enfermedad no acabará en la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella” (v. 4). Cuando llega Jesús, hacía cuatro días que Lázaro había sido sepultado. Consuela a Marta y le dice: “tu hermano resucitará” (v. 23). Y lo confiesa como el Mesías (v. 27). María corre al encuentro de Jesús y le dice: “Señor si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano”(v.32). Jesús se conmueve. Y se pone en camino.
Hoy necesitamos conmovernos ante tanta muerte, a causa de la violencia, aún no se ha sanado el dolor ni se han hecho efectivas las reparaciones a los deudos. Aún la sangre de tantos niños, mujeres y varones inocentes, clama a Dios. Y parece que la sordera ante el desprecio por la vida, nos volviera a algunos, insensibles y con poca memoria del pasado. Falta hoy comprender que “las condiciones de vida de muchos abandonados, excluidos e ignorados en su miseria y su dolor, contradicen este proyecto del Padre e interpelan a los creyentes a un mayor compromiso a favor de la cultura de la vida. El Reino de vida que Cristo vino a traer es incompatible con esas situaciones inhumanas”(D.A 358) .
Jesús llega al sepulcro y ordena quitar la piedra, da gracias a Dios y se manifiesta la vida y la gloria. Lo llama por su nombre Lázaro, sal fuera. Desátenlo y déjenlo(v.44 ). Hoy es el mismo llamado de Jesús de la muerte a la vida. Quitemos los obstáculos que no nos dejan ver la realidad de tanto sufrimiento y omisión. En Perú, Guatemala y otros países se hicieron comisiones de la Verdad y Reconciliación. Algunas autoridades y otros quisieran ignorar la defensa de la vida y de los derechos humanos. Pero un pueblo que cree en Jesús como el Señor de la vida; avanza, cuando no vuelve a repetir hechos dolorosos y violentos. “Si pretendemos cerrar los ojos ante estas realidades no somos defensores de la vida del Reino y nos situamos en el camino de la muerte: Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en la muerte” (1 Jn 3,14). Hay que subrayar “la inseparable relación entre amor a Dios y amor al prójimo, que invita a todos a suprimir las graves desigualdades sociales y las enormes diferencias en el acceso a los bienes”.(DA.358). (Fr. Héctor Herrera, O.P.)