CAPELO EPISCOPAL: El capelo o galero episcopal que timbra el escudo, utilizado antiguamente por los obispos en sus peregrinajes simboliza la dignidad del Obispo al ser de sinople (verde) y del que se desprende un cordel con 6 bordas a cada lado. |
CRUZ CARMELITA: La montaña marrón del Escudo Carmelita Descalzo, Orden a la que pertenece Monseñor. Ángel Ernesto Zapata Bances, representa el Monte Carmelo, rematado en una cruz significando el caminar de los Carmelitas hacía el encuentro con Jesús. La estrella blanca en la montaña representa a la Virgen María, protectora de la Orden y las otras dos estrellas, representan a los profetas Elías y Eliseo. |
CAMPO INFERIOR: En representación de la Diócesis de Chimbote se muestra el mar y la montaña, expresando la extensión de la jurisdicción de la Diócesis; sobre el mar se emplaza una embarcación pesquera con un doble significado: La población de Chimbote caracterizada por la comunidad pesquera y saliendo de la embarcación se aprecia una red, haciendo referencia a San Pedro, patrón de Chimbote. Coronando el campo inferior y guiando a la embarcación se ubica la Stella Maris en representación de la Virgen María, la Virgen del Carmen, patrona de la Diócesis de Chimbote; y así como a los marineros antiguos, que leían la posición de las estrellas para marcar su rumbo en el inmenso océano, así la Virgen María como estrella del mar nos guía por las aguas difíciles de la vida hacía el puerto seguro que es Cristo |
ESCUDO EPISCOPAL: Cruz procesional La cruz de un travesaño detrás del escudo es signo del orden episcopal; dentro de la cruz se emplazan 5 rubíes representando las llagas de Nuestro Señor Jesucristo. |
LEMA: Desde el inicio de su vida pública Cristo predica el reino, la fe y la gracia, cambiar los corazones endurecidos de los hombres para que aprendan a convivir, a comprenderse, a no criticar, a estar unidos por el amo. Esa es la misión que confía a sus discípulos: para eso los llama. Ser constructores de la unidad, sembradores de la paz y la alegría. Se trata de una unidad que se fundamenta en la Verdad; es decir, en Cristo. Si estamos unidos a Cristo también estaremos unidos entre nosotros. Y nos unimos a Él a través de su Palabra, de la Eucaristía y la oración. Hay que asumir el mandato de Jesús que es construir la unidad. El modelo de nuestra unidad es el amor trinitario. Seremos un cuerpo, y la unidad será un don, cuando desde nuestro esfuerzo y la gracia de lo alto alcancemos la comunión. Intentemos detectar en nosotros las actitudes y pecados que producen fracturas, agresividad y divisiones, y trabajemos por la unidad tal como Jesús nos ha propuesto, abriendo nuestros corazones a todo hermano.
|