Hermanas de San Pablo de Chartres
- Categoría: Congregaciones religiosas
- Publicado: Domingo, 01 Abril 2007 11:39
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La fundación de la Congregación de las Hermanas de San Pablo de Chartres data de 1696 y su carisma lo viven intensamente en nuestra Diócesis desde hace 35 años, sirviendo en el Colegio “Fe y Alegría” Nº 16; compartiendo su servicio en medio de los pobres y los jóvenes, que son su prioridad, extendiendo su misión a las familias y agentes pastorales de la capilla San Juan.
La Congregación de Hermanas de San Pablo de Chartes es una gran familia internacional, formada por unas 4000 hermanas repartidas en 34 países; sirviendo en los campos de la educación, la salud integral y la promoción humana, espiritual y social. En julio del 2006 celebraron 25 años de presencia en el Perú, con 29 hermanas repartidas en Chimbote, Jimbe, Lima y Chincha.
Las misioneras llegadas a nuestro país han provenido de Francia, Suiza y Filipinas, principalmente. Es por eso que en la actual comunidad local, hay 3 hermanas filipinas, junto a 3 jóvenes hermanas peruanas.
SU GRAN OBRA EDUCATIVA
Ellas dirigen y administran el Colegio “Fe y Alegría” Nº 16, ubicada en el pueblo joven San Juan, con más de 1100 alumnos, y se aseguran de ofrecer una educación de calidad, para promover la transformación en Cristo de hombres y mujeres, a partir de la toma de conciencia de sus dones y su realidad, y sean capaces de asumir su propio desarrollo al servicio de la Iglesia y la sociedad.
Por ello, la hermana Corazón Enriquso, actual directora del colegio, se asegura de que cada bimestre se trabaje un valor: paz, justicia, respeto, responsabilidad, honestidad, etc. Recibe el apoyo de la hermana Trinitas Babula (bibliotecaria y Superiora) y Leonila Mamplata; las tres con más de 25 años de servicio en nuestro país. El trabajo pastoral de apoyo en la parroquia está a cargo de las hermanas Isabel Hugo; además de Lida Prado y Elizabeth Lozano (21 años), ambas caminan ya hacia sus votos perpetuos.
SALUD PARA LOS MAS POBRES
Son promotoras de la medicina alternativa y holística. Son las iniciadoras de la reflexoterapia en nuestra Diócesis, con la recordada hermana Juana Cattin (actual superiora distrital de la Congregación), quien fue compartiendo sus conocimientos a través de talleres, cursos, y ahora es un práctica extendida que beneficia a los más pobres. En Lima, ellas cuentan con el consultorio central y en nuestra ciudad reciben a personas en la casa o visitan a los enfermos para aplicarles la reflexoterapia.
Por muchos años, las hermanas de esta congregación estuvieron presentes en Jimbe, a cargo de la Casa de Retiro, la atención espiritual del pueblo y apoyando al párroco en la evangelización de las comunidades.