Siete urgencias pastorales
- Categoría: NOTICIAS
- Publicado: Lunes, 27 Agosto 2018 15:17
- Visto: 1251
(Por: P. Matías Siebenaller).- La distracción que trajo el mundial de fútbol fue brutalmente interrumpida por el escándalo en las altas esferas del poder judicial. Esto sucede, cuando todavía no se ve claro en la red de corrupción de Lavajato-Odebrecht, cuando el maltrato y el asesinato de mujeres sigue alarmante, cuando bandas de delincuentes continúan sembrando pánico y evidencian la falta de seguridad en el país, cuando disminuyen puestos de trabajo y su remuneración, cuando…
Cuando suceden estas abominaciones, algo tiene que cambiar en la vida de la gente de buena voluntad. Acatemos la advertencia del Papa Francisco en su “llamada a la santidad en el mundo actual”: “La costumbre nos seduce y nos dice que no tiene sentido tratar de cambiar algo, que no podemos hacer nada frente a esta situación, que siempre ha sido así y que, sin embargo, sobrevivimos.
A causa de este acostumbrarnos ya no nos enfrentamos al mal y permitimos que las cosas “sean lo que son”, o lo que algunos han decidido que sean. Pero dejemos que el Señor venga a despertarnos, a pegarnos un sacudón en nuestra modorra, a liberarnos de la inercia. Desafiemos la costumbre, abramos bien los ojos y los oídos, y sobre todo el corazón, para dejarnos descolocar por lo que sucede a nuestro alrededor y por el grito de la Palabra viva y eficaz del Resucitado” (GE 137).
1. Impregnar el conjunto de la pastoral con la espiritualidad que brota del ver, juzgar y actuar en Cristo
El método del ver, juzgar y actuar no puede reducirse al empleo de unas pautas para una reunión de hora y media de la comunidad cristiana. En cada acción pastoral debemos percibir que vemos, miramos y contemplamos la realidad con ojos de ciudadanos responsables y cristianos, que juzgamos, analizamos y profundizamos lo que sucede con criterios humanos e iluminados por Cristo y su Iglesia, que nos comprometemos a actuar personalmente, en familia y en comunidad para lograr un mundo y una Iglesia más justos, fraternos y felices.
2. Cultivar la oración en silencio
En ese tiempo de oración en silencio vivimos el encuentro con el Padre que nos ofrece por Cristo el don de la reconciliación para que la practiquemos y la extendamos entre nosotros. “En ese silencio es posible discernir, a la luz del Espíritu, los caminos de santidad que el Señor nos propone. De otro modo, todas nuestras decisiones podrán ser solamente “decoraciones” que, en lugar de exaltar el Evangelio en nuestras vidas, lo recubrirán o lo ahogarán. Para todo discípulo es indispensable estar con el Maestro, escucharle, aprender de Él, siempre aprender. Si no escuchamos, todas nuestras palabras serán únicamente ruidos que no sirven para nada” (GE 150).
3. Celebrar la Eucaristía y todos los sacramentos por lo que son: participación en la Pascua de Cristo
Permanece en el ritual de la ordenación sacerdotal la entrañable y comprometedora exhortación: “Imiten lo que celebran”. En cada sacramento acogemos el amor del Señor para hacerlo vida e historia entre nosotros. El mandamiento del Señor no nos invita a una mera comparación; su amor hacia nosotros es causal para el amor entre nosotros. Lee bien y escucha: “Ámense mutuamente, porque yo los amo”.
4. Informarse bien
No todos tenemos acceso a diarios y opiniones con autoridad sobre el acontecer en el mundo y en el país. Por eso es tan importante socializar en reuniones de la comunidad la percepción de hechos de vida y nuestro entendimiento de los mismos. A veces es indicado acudir a reflexiones de expertos en la materia, cuando acontecimientos llaman por una profundización seria, histórica y sociológica. Aquí se sitúa el servicio de la Comisión de Justicia Social de la Diócesis a las comunidades cristianas.
5. Practicar la solidaridad
Evidentemente conviene unirse solidariamente a otras entidades e iniciativas en la defensa de causas justas. La marcha contra la corrupción en el poder judicial del 19 de julio en Chimbote era una magnífica oportunidad para que se unan todos los ciudadanos y todas las instituciones de buena voluntad para protestar y exigir cambios.
6. Preparar el próximo paso
En octubre habrá elecciones municipales y regionales. Los y las candidatos ya han abierto sus locales de campaña que en determinados días de la semana se llenan de afiliados. ¿Habrán servido las experiencias electorales frustrantes y contraproducentes en el pasado para que las elecciones de autoridades locales y regionales en Áncash hoy aseguren de verdad la solución de los graves problemas que nos aquejan? ¿No es parte de la labor pastoral el esclarecimiento del panorama electoral? Demasiados periódicos murales en ambientes parroquiales se quedan en el limbo.
7. Confiar
Épocas difíciles y oscuras pueden ser fecundas para la acción pastoral. Si buscamos a Dios solo en espacios no contaminados por el pecado, la injusticia y el crimen no lo vamos a encontrar. Cristo bajó a nuestras miserias y nuestros infiernos (cf. Flp 2,6-8).
“Jesús en la cruz quiere estar de cada situación dolorosa para darnos su mano y ayudar a levantarnos. Porque Él entró en nuestra historia, quiso compartir nuestro camino y tocar nuestras heridas. No tenemos un Dios ajeno a lo que sentimos y sufrimos, al contrario, en medio del dolor nos entrega su mano.
En Jesús tenemos el Espíritu que nos mantiene unidos para sostenernos unos a otros y hacerle frente a aquello que quiere llevarse lo mejor de nuestras familias. En Jesús Dios nos hace comunidad creyente que sabe sostenerse, comunidad que espera y por lo tanto lucha para revertir y transformar las múltiples adversidades, comunidad amante porque no permite que nos crucemos de brazos”: palabras del Papa Francisco en Huanchaco el 20 de enero de 2018 y citadas en las Conclusiones de nuestra Asamblea Pastoral Diocesana de 2018.
"En octubre habrá elecciones municipales y regionales.¿Habrán servido las experiencias electorales frustrantes y contraproducentes en el pasado para que las elecciones de autoridades locales y regionales en Áncash hoy aseguren de verdad la solución de los graves problemas que nos aquejan? ¿No es parte de la labor pastoral el esclarecimiento del panorama electoral?"
( Mar Adentro agosto 2018)