(Por: Fr. Héctor Herrera OP).- Jn 10,27-30: Jesús utiliza esta imagen del buen pastor y las ovejas. Imagen bíblica, de la relación de Dios con su pueblo. Jesús conoce a los suyos, escuchan su voz y por eso lo siguen seguros (v.27). Es una escucha atenta, porque Él nos cuida (v.3)

Miguel Mulet, un sacerdote misionero de Palma de Mallorca-España, entregó su vida en la misión de Perú. Como comunicador, creó el Centro de Intercomunicación Social –CINCOS- Diócesis de Chimbote, acercó a las personas, jóvenes, varones y mujeres de las diferentes comunidades cristianas para vivir su fe a través de la eucaristía radial, programas dedicados a la familia, conciencia ciudadana y acompañando a los diferentes movimientos familiares y de parroquia. Como buen pastor conocía a sus ovejas. Como todo creyente comprendió de su maestro Jesús dar la vida para educarlos y llevarlos de la mano al Padre, reconociéndonos como hijos de Dios (cf. Jn 10,28.30)

Jesús, el Buen Pastor, nos enseña: 1) su cercanía, ama y conoce a los suyos y da la vida por ellos. 2) Jesús nos enseña su íntima comunión con su Padre y nuestro Padre Dios. 3) Él es el ungido por el Espíritu que ha llegado a nosotros, para que tengamos vida. 4) Comprender y dar el sentido a nuestra vida, amarla, promoverla, respetarla. Como comunidades cristianas, nuestra misión es crear condiciones reales y objetivas, que, a la luz de la Buena Nueva de Jesús, cuidemos y trabajemos por el respeto de nuestros derechos como personas a una mejor calidad de vida. Tenemos la misión de trabajar por la paz, la verdad y las reformas urgentes que nacen del corazón bueno y noble que quiere amar a Dios sirviendo con amor a su pueblo.

Jesús siempre actúa en nombre de Dios, su vida está sustentada en Dios. Creemos en Él y nos confiamos como sus discípulos, porque Él tiene para cada uno una misión: Vivir la comunión como Iglesia, siempre en camino y en búsqueda de evangelizar y cuidarnos unos a los otros.

“Jesús, pastor bueno y puerta de las ovejas, es un jefe cuya autoridad se expresa en el servicio, un jefe que para gobernar da la vida y no pide a otros que la sacrifiquen. De un jefe así nos podemos fiar, como las ovejas que escuchan la voz de su pastor porque saben que con Él se va a prados buenos y abundantes. Basta una señal, una llamada y ellas lo siguen, obedecen, se encaminan guiadas por la voz de aquel que sienten como una presencia amiga, fuerte y dulce al mismo tiempo, que dirige, protege, consuela y cura”. (Homilía Francisco 7.5.2017)

En este día de la JMO por las vocaciones, oremos por todos los sacerdotes, religiosos, as, laicos y obispos, para que seamos pastores de una oración profunda y contemplativa, cercanos y acompañantes de nuestros pueblos en sus alegrías, tristezas y esperanzas. Que les comuniquemos una nueva vida, una nueva manera de entender el Evangelio, en las realidades temporales, confiados en Jesús, el único y Buen Pastor que nos enseña a amar y a dar la vida por el hermano. (Fr. Héctor Herrera, o.p.) (DOMINGO 4º. DE PASCUA. CICLO C. D. 12.5.2019. Jn 10,27-30)

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